Desorden y suciedad

Desde hace ya unos años Hato Mayor del Rey, municipio cabecera de la provincia de Hato Mayor, sufre de un estado generalizado de desorden de tal manera, que sus habitantes no pueden dormir tranquilos sin que un vecino amanezca haciendo ruido o le pongan un colmadón que hace ruido todo el día en una zona residencial.

Parece mentira que el Día Mundial del Ambiente encuentre al dominicano viviendo como el chivo sin ley con contaminación sonora, en sus rios, el aire, la tierra y el corazón de sus gentes. Eso es lo que nos distancia de los paises desarrollados, no es el dinero, es la mentalidad con la que vivimos. Mientras en otros paises se procura descontaminar el ambiente, aquí es todo lo contrario y ello con la permisividad de autoridades locales que piensan más en permanecer en sus cargos, en llenarse los bolsillos, aunque ello conlleve la destrucción del país.

Pero no se puede esperar menos de autoridades con mentalidad rural, que hace años no leen un buen libro, que no se sientan a ver y escuchar un buen programa de TV (como en NatGeo, Discovery, etc.), que leen el periódico sólo para leer política, que sólo buscan queridas, que nada más piensan en celebraciones y vacanales y que no se dan cuenta que la contaminación nos está convirtiendo en personas nerviosas, enfermas del cuerpo y el alma.

Creo que se necesita el concurso de todos: Medio Ambiente, Ayuntamiento, Sindicatura, Senaduría, Diputados, Maestros, Pastores, Sacerdotes y todo el que pueda aportar algo positivo. Hato Mayor del Rey se está convirtiendo en un lugar en el que las personas de trabajo, que quieren tener un mejor presente y futuro para ellos y sus familias, que desean descansar luego de una ardua faena de trabajo, que desean algo mejor para nuestro país, van a tener que dejarle la ciudad a los vulgares, corruptos, tecatos, narcotraficantes y la baja ralea que nos está arropando.

Si quieren un ejemplo vayan al parque una noche y vean como sostienen relaciones sexuales menores de edad, como el ruido y el alcohol se adueñan del lugar y ya las familias que se respetan no pueden ir a disfrutar un tiempo de sano entretenimiento. ¿Donde está Mano de Hierro? ¿Se oxidó? ¿La Policía Nacional? ¿El Gobernador civil? Hay leyes muy buenas, pero el clientelismo está permitiendo que los males abunden sin que se mueva un dedo.